La historia del petróleo en Ecuador inicia en 1911 cuando es perforado el primer pozo de hidrocarburos en la península de Santa Elena; luego, en Lago Agrio (selva de la Amazonía) se halló otro pozo. La explotación del petróleo estuvo dirigida por empresas extranjeras, como era el caso de la estadounidense Texaco Gulf, la que manejaba todas las actividades de extracción, almacenamiento y comercialización del petróleo ecuatoriano.
Para 1971 empieza la fase de nacionalización de las actividades petroleras en el Ecuador; buscando garantizar una transición exitosa, es creada la Corporación Estatal Petrolera Ecuatoriana (Cepe), la cual trajo consigo un importante papel en el desarrollo económico y social, generando empleos y divisas al país. Pero las empresas extranjeras no se irían del todo, la Cepe firmó acuerdos con Texaco para adquirir varias acciones y convertirse en socia mayoritaria.
En 1989 el gobierno empieza a hacerse cargo de la totalidad de las actividades petroleras, impulsado por los aumentos del precio del petroleo durante la década de los 70’. Al respecto, emite un decreto para crear la Empresa Estatal Petróleos del Ecuador (Petroecuador), la cual asumió todas las actividades del consorcio Cepe-Texaco; a partir de entonces fueron ampliadas las capacidades de operación y se construyó la primera gasolinera del país.
Luego de 21 años de excelentes operaciones, Petroecuador cambia de empresa estatal a empresa pública mediante decreto N.º 315, otorgándosele así autonomía organizativa y financiera. Entre otras modificaciones, destacó que hasta la fecha era administrada por la armada ecuatoriana, cambiando para conformarse con personal civil.
Después de las elecciones presidenciales en las que resulta ganador Guillermo Lasso (2021), es emitido el decreto N.º 95, delegando en la iniciativa privada el control de Petroecuador. La empresa petrolera genera utilidades por el orden de los 1.281 millones de dólares anuales.